lunes, 6 de octubre de 2008

Una historia entre Marisa y yo


Escasa estaba la plata cuando yo estudiaba por allá por los años 80 en la u de Conce, pero me fijé que estaban de moda los cactos , en las oficinas por todas partes se veían y me dije a mi misma :
_Nancy ¿y si tú vendieras?
-claro,¿ por que no? , si mi mamá tiene tantos
Entonces empecé a traer cactos en embaces de yogourt que yo misma consumía ,( por que tenía una ulcera que me complicaba la vida), hasta que se me acabaron y empecé a buscar en la basura ,por que a todo esto los estaba vendiendo muy bien , tenía para: mi pasaje, el almuerzo y puchos que compartía con mis amigos y ahí estaba yo, con el "poto " parado escarbando, cuando me pilló la Marisa Pares y me dijo:
_¿ Nancy que haces ahí?_yo le conté y me dijo
_no te preocupes yo te voy a traer embases y me trajo unos vacitos de los mas mononos de café ECCO, que los tenia de su tiempo de promotora,.
lindos se veían los cactos en los vacitos para degustación que me trajo mi amiga, la venta seguía "viento en popa", cada mañana llegaba yo a Concepción con una bandeja de cactus que vendía a cien pesos hace ya mas de 20 años, una "luca" me hacia a diario ... hasta que me llamo el director del instituto que era unos de mis mejores clientes y me dijo:
_ mira ..mira que buena mano tengo con las plantas, ya lo he trasplantado dos veces
con vergüenza vi uno de mis cactos que le había vendido estaba tan grande como una mata de acelga fresca,por equivocación le vendí una planta de aloe vera, pero como el se veía feliz yo no dije nada más, solo
_ sí, usted debe tener manos verdes
mmmh , hasta ahí no más llego el negocio